martes, 4 de diciembre de 2012

MI EGO ES HUMILDE

Este fin de semana me ha pasado una cosa curiosa. Influenciado por el libro que un amigo de Hernani me recomendó, "Un mundo nuevo, Ahora"... intentaré explicarlo. 
 
Hice una juerga especial, con dos amigos (amiga y amigo) que son del mundo de la universidad y admiro desde hace tiempo. Una forma rara de mirar, admirar. Tuvimos conversaciones super interesantes y yo estaba de muy buen humor. Y se reían, les hacía gracia, e incluso me decian que soy la hostia, de vez en cuando. ¡Qué agusto se escucha eso de boda de gente que admiras! 
 
Pues lo que me pasó es, un par de veces a lo largo de la noche, que de repente yo mismo me creía que era la hostia. Es decir, a la par que ellos. A la par de la imagen que tengo de ellas y que de mi boca escapaba de pronto un tufillo arrogante. Como hablando con la boca de alguien que no soy yo. ¿Como cuando se dice que el personaje se come a la persona? Algo así.


Y mientras hacía esta reflexión, desmontando esa arrogancia, mirandole a ese ego mío y deshaciendolo... me he quedado contento. He pensado y sentido que lo estaba haciendo bien: "bien mikel, eres humilde, eres bueno, vas bien..."

Será éste un mecanismo sutil y elevado de mi ego para admirarse más?
Es posible descentrarse de veras del ego, mirarlo, y reírte de él? Yo aún no lo he conseguido. 
 
Imagen: rohtrs cc: BY, SA                      

3 comentarios:


  1. Me aplastará su ego si me
    cae encima?

    Se quedará algún día
    Joaquín sin rimas?

    Quién rimara entonces,
    Con mis penas y alegrías?

    Acaso existe luto después
    de la melancolía?

    Raúl Trindade

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  2. Desde la distancia
    de los sueños
    soy un eco;
    que me engloba e interexplota socialmente
    a mí mismo.

    Con mis pensamientos me razono
    en función al logro
    solo individual
    y me torno en eco de mi mismo,
    de respuestas a hechos que por ego razones
    me postulo
    —como ideas de la vida y preformas críticas—
    prioritariamente
    en mi propia conveniencia....

    Sergio Verduzco

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